Monday, October 24, 2011

BLIZZCON 2011


Hay contadas desarrolladoras que pueden presumir de tener una ética del trabajo y del compromiso con el jugador siempre implícito. Se me ocurriría citar por ejemplo a BioWare, Bethesda, EPIC, Naughty Dog (aunque algunas de ellas hayan tenido que verse supeditadas a las normas de algún gigante que las haya absorbido e intentado reconvertir). Sin embargo en esta comparación el caso más paradigmático que encuentro es el de Blizzard, que tras más de veinte años de trabajo, y una larga lista de éxitos a sus espaldas, sigue dando un apoyo incondicional a sus franquicias estrella, teniendo como objetivo definitivo siempre la satisfacción del usuario.

La Blizzcon, convención anual que reúne a cientos de miles de fans de las franquicias de la compañía de Irvine, ha cerrado sus puertas tras un fin de semana de novedades, cosplay, y sobretodo, mucho mucho juego y de calidad.

Los dos días de conferencias y anuncios han dado suficiente como para asegurar muchos meses de juego, y es que por primera vez, los tres caballos de batalla de Blizzard se disponen a recibir sus respectivas versiones y actualizaciones, en el que promete ser a tenor de lo visto, su año más potente, y esto, hablando de quien hablamos, es mucho decir. Pero vamos por partes...


StarCraft II: Heart of the Swarm

Cuando en un principio Blizzard anunció que StarCraft II dividiría las campañas de sus tres razas en tres capítulos distintos, la mayoría puso el grito en el cielo. ¿Vendernos el juego fragmentado en tres partes para obtener más beneficios? Algo impropio de la desarrolladora, aunque podía pensarse que fuese una decisión comercial influída por Activision. Nada más lejos de la realidad, cuando StarCraft II: Wings of Liberty salió al mercado en el verano de 2010 arrasó con toda su competencia, desbancando paradójicamente al que era el rey del e-sport en lo que a RTS se refiere, su propio predecesor StarCraft. El juego no era revolucionario en ningún sentido, simplemente evolucionaba y ampliaba la jugabilidad de StarCraft, otorgándole un aspecto gráfico acorde con los tiempos que corren (tengamos en cuenta que el primer StarCraft venía jugándose desde 1998). Y es que francamente StarCraft II no necesitaba remover ningún cimiento en el género, si la fórmula del primero ya era perfecta y equilibradísima, para que cambiarlo. El juego incluía la campaña de los Terran, poniéndonos en la piel de Jim Raynor a lo largo de más de veinte misiones en las que se desarrolla el inicio del conflicto, con un final bastante revelador, y en el que pudimos ver el regreso de los grandes de la serie como Zeratul o Sara Kerrigan.

Pues precisamente Kerrigan, la soberana y controladora reina Zerg será la protagonista de éste segundo capítulo que se encuentra en un avanzado estado de desarrollo y verá la luz con total seguridad en 2012, incluyendo como novedades la nueva y extensa campaña de los Zerg, la inclusión de nuevas unidades (en principio un total de siete) para todas las razas, y nuevas opciones online para seguir asegurando meses y meses de competición. La chica vuelve con ganas de venganza como podéis ver en el siguiente trailer, pero tened en cuenta que spoilea información del final de la campaña anterior por si no lo habéis jugado y tenéis pensado hacerlo:





World Of Warcraft: Mist Of Pandaria

No contentos con la ingente cantidad de contenido que WoW tiene que recibir aún en forma de parches finales para la actual expansión "Cataclysm", que finalmente acabará enfrentando a los jugadores de la Horda y la Alianza (véase que la horda siempre por delante) con el temible DeathWing, en la que han prometido, será la raid más alucinante e intensa que han creado hasta la fecha, Blizzard destapa un pastel que ya venía oliendo desde hace unos meses, pero que nadie se atrevía a confirmar aún: tenemos nueva expansión a la vista, y aunque aventuraría que el desarrollo puede llevarla aún hasta finales de 2012 como pronto, nos presentará la nueva área de Pandaria, en la que, como no, conoceremos a sus seres autóctonos en forma de nueva raza, los Pandaren. Lo cierto es que a primera impresión tanto el mundo, como sus criaturas difieren bastante de la estética típica de WoW, aunque por lo visto la explicación está en el hecho de que Pandaria es una tierra neutral, y alejada del conflicto, una especie de reducto de paz entre tanto choque de facciones y amenazas demoníacas.

A los que lleven ya un tiempo en esto de WarCraft, la raza Pandaren les resultará familiar, ya que ha aparecido en anteriores iteraciones del título. Se presentan como una raza neutral en un principio, la primera en todo el universo WoW que lo es, aunque jugando como tal, una Quest a partir el nivel 10 nos exigirá posicionarnos del lado de la Horda o de la Alianza. Además se introduce una nueva clase desde nivel 1, el monje, de la que se espera un buen equilibrio de estadísticas, así como el uso de equipo ligero, orientados al DPS aunque con posibilidades también como Healer y Tank. Aparte de estas principales novedades, por supuesto nos esperan horas y horas de contenido tanto PVP, como PVE, nuevas mazmorras y Raids, y la curiosa perspectiva por primera vez de una tierra en la que no hay un antagonista claro, sino que se verá amenazada precisamente por la propia invasión de las facciones. Veremos si en cualquier caso éste drástico cambio de tónica tiene una buena acogida

El auténtico bombazo llegó cuando Blizzard, en su presentación soltó lo siguiente: todos aquellos jugadores corrientes de WoW, que adquieran (por confirmar a partir de que fecha) una subscripción anual al MMO, recibirán, además del correspondiente descuento, una copia gratuita de Diablo III en formato descargable (¡¡¡WTF!!!).






Diablo III

Y vamos con la que para mí personalmente es la joya de la corona, el sucesor del juego al que probablemente más haya jugado en mi vida, junto con Final Fantasy VII, aquél que estuvo a punto de augurar mi fracaso escolar. Diablo III está a punto de aterrizar en nuestros compatibles, después de un larguísimo período de desarrollo y de un tiempo de espera aún mayor para los fans de una franquicia que en su día definió un género, el del rol de acción mezclado con el Hack'n Slash, del que muchos otros han bebido.

Como en el caso de StarCraft, Diablo III no viene a cambiar a grandes rasgos lo que hizo Diablo II hace ya más de una década, pero viene a ser un "más y mejor" en toda regla, devolvíendonos a una propuesta jugable basada en el coleccionismo puro y duro, en la personalización de nuestros héroes y en la lucha, de nuevo, contra las hordas de los señores de la destrucción, que vuelven a resurgir en el desgraciado mundo de Santuario.

Cinco clases de entrada entre las que se ha intentado conseguir el equilibrio con el mayor grado de detalle, serán las que nos permitan adentrarnos dentro de muy poco, aunque sin fecha confirmada, en este deplorable mundo de muerte y desesperación.

Además de abrir boca con una cinemática de las que quitan el hipo, Blizzard ha confirmado que habrá una edición coleccionista del juego que incluirá entre libro de arte, contenido exclusivo y una montura para WoW, la recreación de una calavera de Diablo y un USB con forma de piedra del alma, es decir, edición de estas frikis para lucir estantería, las que gustan al fin y al cabo.







DOTA Blizzard

Y para acabar, un producto totalmente nuevo con el que los chicos de Irvine pretenden comerse también el terrenos de los MOBA, un género Online relativamente nuevo en el que joyitas como League of Legends (LoL), o el propio DOTA están pegando muy fuerte. El esquema básico de su propuesta es el de escoger dentro de un plantel concreto de héroes, cada uno con unas características concretas, a un equipo con el que asediar y ganar una serie de objetivos en base a derrotar al contrincante. Una propuesta tan sencilla a priori como llena de posibilidades y divertida.

Pues en este caso los integrantes con los que podremos contar en nuestras filas no son ni más ni menos que muchos de los legendarios héroes o villanos de los universos de Blizzard, entre los que ya hemos podido encontrar a Tyrael, Kerrigan, Thrall, Sylvanas o Arthas. La propuesta no solo pretende copiar la fórmula de la competencia, sino añadir nuevas mecánicas que permitan nivelar más las batallas y dárles un componente más basado en la acción. Veremos hasta donde puede llegar, aunque la competencia se habrá puesto en alerta con toda seguridad. ¿Los beneficiados de todo esto? Nosotros, por supuesto.

Por si no lo sabéis, y por curiosidad DOTA, y en consecuencia los juegos basados en éste genero, provienen de un MOB creado por la comunidad de WarCraft III, a partir de un famoso mapa de StarCraft, por lo que podemos decir que Blizzard tiene todo el derecho de reclamar presencia en un género que al fin y al cabo surgió de sus fueros.




Veremos a ver que nos depara en el fondo este año que viene más cargado de novedades que nunca por parte de Blizzard, tal vez porque sea el momento en el que todas sus franquicias, tras larguísimos períodos de desarrollo, están convergiendo en un mismo punto. Mucho me temo que a los aficionados de sus sagas, entre los que me incluyo, nos va a faltar tiempo para disfrutar de tanto contenido y buen hacer. Solo me cabe esperar que esta desarrolladora siga siempre fiel a sus principios y su ética, porque con ello lo único que nos espera son grandísimos videojuegos.
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