Una de las nuevas secciones a las que nos vamos a dedicar es a la de los retroanálisis. Estimamos que es un campo muy abierto y que a muchos de vosotros se os caerá una lagrimita cada vez que probemos un juego de hace cerca de 20 años. Además, hace nada he encontrado una tienda en la que poder obtener estos juegos, luego es un placer poder revivir viajas glorias y compartirlas con vosotros.
El primer retroanálisis será para Mortal Kombat II, un juego de la desaparecida empresa Midway que salió por aquel entonces en las consolas de 16 bits. Nosotros nos centraremos en la versión de Super Nintendo que la hemos probado más a fondo y que desde luego nos ha parecido un auténtico juegazo.
Al arrancar el juego, uno no se puede esperar una presentación de las que quitan el hipo, aquí la sobriedad está a la orden del día. El logo de Mortal Kombat y dos opciones START y OPTIONS. Nada más. No nos vamos a adentrar en las opciones de las que dispone el juego, pues como os podéis imaginar son muy restringidas: sonido, cambio de configuración de los botones, dificultad y poco más.
El verdadero interés de Mortal Kombat II es el modo de juego (el único que hay) en el que 12 luchadores se verán las caras en una pelea encarnizada. Nos encontraremos a algunos conocidos de la entrega anterior como Johnny Cage, Scorpion o Sub-Zero, pero también habrá nuevos como Reptile o Baraka.
Los gráficos mejoran frente a su predecesor y siguen esa línea de sprites renderizados con personas de verdad. Lo mejor de todo es la rapidez con la que se mueven y la brutalidad en la que se desenvuelven los combates. La sangre fluye a raudales y los combos se encadenan de mil maravillas siendo incluso a veces complicado terminarse el juego contra la máquina ya que el enemigo no nos dejará ni respirar en cuanto nos pille de sorpresa. Puñetazos, bolas de fuego, patadas, en Mortal Kombat todo está permitido.
Obviamente, la marca de la casa no podía faltar: los Fatalities. Son aquellos golpes de final de combate que marcaron historia y que nos permitían acabar con el enemigo de forma espectacular. Si algo destacaba hace 17 años era la bestialidad de los mismos, y si algo no ha cambiado en 2011, es que esos golpes siguen tan bestiales como siempre: una locura en la que arrancaremos de cuajo la cabeza de nuestro enemigo, le haremos reventar en mil pedazos, o le tiraremos al ácido sulfúrico dónde sólo quedará de él el esqueleto. Mortal Kombat no perdió su esencia, y sigue igual de salvaje.
Poner una nota casi dos décadas después del lanzamiento de un juego es complicado, no obstante, si sois amantes de los juegos de combates, no podéis pasar por alto este juego. Es entretenido, divertido y adquiere su máximo esplendor entre 2 jugadores. Hubo hace poco una reedición para XBLA y PSN, pero para mi gusto pierde la esencia de las sensaciones que se tenían jugándolo en las máquinas de antaño. Destacaría también las voces de ultratumba ya que me parece uno de los puntos más carismáticos del juego. Si disponéis aún de él, desempolvadlo y rejugadlo, el salto tecnológico se nota, pero la diversión sigue siendo la de los primeros días.
NOTA FINAL:
8,5/10